Poesía
¡Te invito a quedarte!
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Lo que hemos hecho
(EN PLURAL PORQUE HEMOS SIDO MIS PERSONAJES Y YO)
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¡Te invito a quedarte!
Invierno
Ya lo sé.
Debo apagar el ventilador,
extrañar su sonido
y encerrarme unos meses..
demasiados.
Ya lo sé que ya llegó.
Ya llegó el invierno con sus cosas rotas
de nuevo en mi recuerdo.
No sé por qué todo se me cae
siempre en invierno.
Y tarda mucho la primavera en entrar.
Y no acabo aún de recoger
el desastre
cuando llega el verano
a más de 100 kilómetros por hora,
saluda y se va.
Y paso página de nuevo
con mis dedos y sus puntas heladas.
La sombrilla azul de poco uso
que guardo aunque no quiera.
Y venga, va..
a no dejar que se me congelen las ganas
ni se me enfríe el amor,
el amor por la vida..
con todas sus cosas,
con todo y su invierno.
Ya decía yo
Ya decía yo
que una caricia,
una simple caricia,
una simple caricia tuya..
no podía ser lo que llena mis días.
No.
Me llena la vida tan sólo.
Soledad de acetato
No hay vuelta que marque error.
“Todo es como tiene que ser” – dice el álbum,
repitiendo lo que tantos sabemos pero aún así sufrimos.
Nos aprendimos la letra de memoria
sin entenderla primero.
Ahora toca vivirla en primera persona
y conjugarlo todo para recordar a qué sabe un beso.
Quizá más bien olvidar para contarlo como estreno.
Y yo.. yo quiero re estrenarme en el amor.
Sin saber el final,
sin saber si habrá cambio de vestuario,
ni qué tanto aguante el maquillaje.
Sin querer que termine pero ahora sabiendo que puede
y que tampoco pasa nada.
Cada función es una nueva piel
y cada compañero de escena una improvisación,
un deseo que se sale del libreto
y grita trás bastidores.
Te anhelo como si te extrañara, como si ya te conociera.
Te espero, te espero detrás del telón.
No. En proscenio mejor. No sea que no me veas.
Y quiero. Quiero que me veas.
Que me mires.
Mírame.
Despedida
Quizá de las mayores enseñanzas
que me ha dejado mi país
es a nunca despedirte mal
de quien quieres.
Nunca sabes cuándo volverás a verlo..
si es que vuelves a verlo.
Talismán
Como guardado en algún frasquito
de cristal,
de cariño, el más hermoso,
de recuerdos conjugados en presente,
de sonidos que me llevan a ti
directo y sin escala..
está tu lluvia, tu lluvia de estrellas.
Lluvia que me baña de calma,
de la confianza antes perdida,
de sueños color mandarina,
y amor en su más alto voltaje.
Eres desde arriba
quien me cuida del sufrimiento
y sus enredaderas,
del miedo y sus pantanos.
Eres desde arriba
quien me pinta otros ojos
y sobre todo otra mirada.
La mirada de quien ha vivido la muerte.
La muerte de quien más ha amado,
y la muerte como deseo,
que aunque oscuro,
estuvo un tiempo y se quedó
por días y semanas allí,
conmigo, a mi lado,
y sin darme cuenta
no hizo más que abrazar
las ganas de seguir.
Seguir a pesar de
y seguir gracias a.
Gracias a ti.
Gracias a ti.
Gracias a ti.
¿?
¿Qué somos?
¿De qué estamos hechos?
¿Por qué nadie ha quitado esas manchas de la pared?
¿Por cuánto tiempo podemos seguir viviendo con las mismas heridas?
¿Desde cuándo no nos damos ni cuenta que somos colección?
Colección de pasos de agua trancados,
de momentos robados..
y finales.
¿Quién?
¿Quién pudiera llegar ahora?
¿Hay algún quién que acaricie todo nuestro dolor?
¿Eso de que llegue alguien para hacernos bien, es posible?
¿Se reconoce a quien llegue así?
Vestido de amor..
uno mejor..
¿Sí?
Sunset
Reciclo el día
con sus horas punta,
minutos como columnas
que levantan el pulso.
El pulso como preludio a cada sonrisa.
Que no se me borre la rayuela,
que no se olvide de mí el mar,
que no se me escapen nunca más
las razones para vivir.
Por favor.
Nunca más.